sábado, 16 de octubre de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

lunes, 10 de mayo de 2010

En la Specula Vaticana


Dios es Amor. Dios, entonces, es relación, modelo, principio y termino de toda relación (I)


Traduzco este tema para ustedes del “Trattato sulla Trinità” de René Laurentin. Esta es la primera de varias publicaciones al respecto.

¿Dónde descubrimos que la Trinidad es relación Absoluta?

Constatamos en la Historia que el motivo de la Trinidad, no solo ha dominado el periodo del Medioevo: La Filosofía de Hegel, la más influyente de los siglos XIX y XX, inspiradoras del Marxismo y en cualquier modo del Nazismo, es formalmente una filosofía de la Trinidad, pero de una Trinidad sin Amor. Así mismo podemos leer en distintas fuentes literarias que desde la antigüedad “el milagro griego” es fuente de nuestra cultura, que ha iniciado con el movimiento de la filosofía de Parmenides: una satisfaciente intuición del Ser (Dios) el resto, no son más que apariencias. Es esta la intuición que han dilucidado progresivamente Sócrates, Platón y Aristóteles, pero sin descubrir la Trinidad.

La Trinidad, así necesaria, no podría ser descubierta, sin la Revelación de Dios, que nos lleva a conocer su Esencia que es Amor; una realidad trascendente, pero que toca nuestra existencia con la Encarnación del Verbo de Dios, para nuestra Salvación, como Misión AD EXTRA de la Trinidad, ejemplo claro de la relación de Amor al interno de esta Realidad.

En el Antiguo Testamento desde su primera página nos da una enseñanza profunda, sin duda, pero implícitamente y virtualmente orientada hacia la Trinidad. Desde los primeros versículos del Génesis, el Espíritu está sobre el caos primordial, Él ya llenaba la faz de la tierra. Entonces se puede decir que bajo el signo del Espíritu, Dios habla para crear el mundo. Lo crea a través de su Palabra que Él genera eternamente, como lo precisan (Prov.8; Sir 24). En el Génesis (1,27), Dios dice “nosotros” para crear el hombre; este “nosotros” de Dios aparece solamente otra vez en Gen (11,7) “El Crea al hombre a su imagen y semejanza” porque el hombre como Dios, es uno y múltiple, singular y plural. Otra constatación significativa: en hebreo, la Palabra “Dios” se escribe “Elohim”. La desinencia “im” indica el plural. Dios aparece también a Abraham en tres hombres, en tres personas, esto lo precisa Génesis (18). Cuando Moisés pregunta a Dios cual es su nombre, El responde; “Yo Soy el que Soy” pero para invocarlo el pueblo no puede decir “Yo Soy”, sino que lo invocará con el nombre de “Yhave”, es decir “El es” (Ex 3,14-17) ¿Pero Él quién es? El último apóstol, en el último libro del Nuevo Testamento precisa con extrema simplicidad con una simple frase: un sujeto, un verbo, un abjetivo: “Dios es Amor”. Con estas palabras sagradas podemos pensar que sean más personas. Todo está dicho en esta pequeña frase, la enseñanza de Cristo sobre las tres Personas, el Padre que lo manda y el Espíritu Santo que el envía, con el Padre son solamente Uno: el “Padre y Yo, somos solamente Uno”, (Jn 10,30) a esta frase podemos agregar otra del Evangelio de Juan (17,23). No es tanto un poema Metafísico mas bien una declaración de Amor, de identificación interpersonal, también podemos encontrar un poco de metafísica existencial para poder esclarecer todo esto. Otra frase iluminante aclara la parte Bíblica: Jesucristo repite el doble precepto del decálogo: el primer mandamiento es El amor a Dios y el segundo es casi igual: “Amaras al prójimo como a ti mismo”, pero en Mateo (7,22), Cristo habla como si el amor del prójimo, el amor por los otros, fuera suficiente. E l apóstol Pablo afirma un principio al mismo tiempo abstracto y concreto en Rm (13,8): “quien ama al otro a cumplido la ley”. Porque sin el amor por los otros no hay amor para Dios.

sábado, 1 de mayo de 2010

BIENVENIDOS


¡Oh, qué bueno, qué dulce habitar los hermanos todos juntos! (Sal. 133,1), que esta alegría del estar juntos, al menos espiritualmente, se prolongue todos los días de nuestra vida.


Un cordial y afectuoso saludo, a todos los sacerdotes, seminaristas y personas amigas que visitan este espacio de “encuentro con los nuestros”, donde compartiré experiencias y vivencias cotidianas en mi estancia en la Ciudad de Roma, el “Corazón del cristianismo”, espero que sea de su agrado y nos sirva para mantenernos unidos como hermanos, que aspiramos un mismo Ideal. Los encomiendo en mi oración y reciban un saludo pascual, que la Alegría de la Resurrección de Cristo este con Ustedes.

sábado, 20 de febrero de 2010